¿Qué son los Juegos de Mesa modernos?
Si nos hablaban de juegos de mesa hace algunas décadas, lo más probable es que recordáramos las largas sesiones en la mesa de la abuela de domino, Carioca, Yenga o el Ludo. Pero de un tiempo a esta parte, estos clásicos se han ido reemplazando por los juegos de los que hablamos en este artículo.
Si te iniciaste con Catán, Pandemic o has oído hablar de Dominion, La Resistencia o Puerto Rico, entonces sabes que ya existe una nueva camada de juegos de mesa que son los que se denominan “Juegos de mesa modernos”.
Los juegos de mesa modernos corresponden a la segunda oleada de esta forma de entretenimiento y se diferencian de los clásicos en varias formas. Sus inicios no están del todo definidos, ya que existen pocos juegos en los años 70 que reunieron características para despegarse del resto, pero a mediados de los años 80 los juegos de mesa modernos tomaron forma hasta el día de hoy, donde se editan más de 5000 títulos de juegos distintos por año.
Juegos de mesa Lanzados por año desde 1900 (BoardGameGeek.com)
Una de las principales características de los juegos de mesa modernos es el uso de temáticas sobre las cuales se construyen. Los juegos de mesa clásicos son más bien abstractos y ponen la mecánica por sobre el resto. En los juegos modernos la mecánica sigue siendo lo más importante pues es lo que hace entretenido a un juego, pero esta va en servicio a un tema determinado.
Ya sea en batallas espaciales con Star Realms, levantando una granja en Agricola, viajando al mundo de Lovecraft en Arkham Horror o armando una cena en Sushi Go!, los juegos modernos necesitan un tema sobre el cual basarse para presentarse. Ya sean zombies, medievales, futuristas, modernos, infantiles, adultos, de animales o de espías, si bien el objetivo puede que sea adquirir más puntos de victoria, pero la forma de hacerlo irá siempre atada a un supuesto.
Los juegos de mesa modernos también son más complejos que los clásicos porque pueden incluir más de un elemento en juego. Mientras los juegos clásicos utilizan un solo elemento de juego como cartas, dados, papeles, un tablero con fichas, o pueden tenerlos todos a la vez. La mecánica de hacer tríos o escalas del carioca, por ejemplo, puede ser solo una parte para hacer puntos en un juego de cartas modernos bajo el nombre de “set collecting”.
En general este tipo de juegos son construidos para usarse bajo su propio set de reglas y nada más. Mientras una baraja inglesa te permite jugar diferentes juegos, cuando compras tu copia de Catán, Coloretto, Código Secreto o La Resistencia: Avalon, esa copia te permitirá solo jugar la experiencia para la cual fue diseñada.
Ahora, si cada uno inventa sus propias reglas para modificarlo, está en su derecho, pero por lo general son experiencias contenidas en sí mismas, lo que no es una desventaja sino que todo lo contrario, ya que elevan la experiencia de juego a un nivel mucho más alto donde incluso podemos contar con pequeñas narrativas o historias que ocurren frente a nosotros.
Sin embargo, el mayor rasgo de estos juegos es la incidencia de las decisiones de los jugadores en el desarrollo de la partida, lo cual significa, que dependiendo de la decisión que tome un jugador, condicionarán las decisiones futuras del resto de los jugadores, porque el juego se condicionarán leve o gravemente dependiendo del tipo de decisión. Si en un juego donde todos cosechamos en base al agua como un elemento, y uno de los jugadores contamina el agua e imposibilita que todos podamos seguir cosechando, esa acción condonará los turnos siguientes de los jugadores. ¿Que deberán hacer? ¿Descontaminar el agua? ¿A qué costos y cómo?
El factor de la importancia de las decisiones está radicado en la idea de que los juegos de mesa modernos son una forma de estimular las habilidades de las personas, y no depender sólo de la suerte para poder ganar una partida. Estas habilidades se adiestran mediante el juego, y no es una finalidad del juego adiestrar habilidades, sino es una forma de hacer el juego más dinámico y versátil, ya que dependiendo de con quien juegues tendrás más o menos dificultades, más aún si el juego propicia el desarrollo personal de quienes los juegan.
Finalmente, y quizás algo muy llamativo, es que los juegos de mesa modernos se han convertido en obras de autor. Que el nombre del diseñador vaya fuera de la caja no es al azar, ya que al igual que con una película o un videojuego, el hecho de saber quien es la mente detrás de un juego de mesa moderno, nos puede empezar a dar pistas sobre los elementos que tendrán. Los usuarios más avanzados sabrán reconocer a sus autores e incluso tendrán algunos favoritos y otros que evitar. Y eso se da exclusivamente porque, al final de cuentas, los juegos de mesa modernos, más allá de divertirnos y de reunirnos en torno a un espacio en común, son también una forma de expresión que busca reflejar la realidad o diferentes historias bajo una mirada lúdica que nuestra mente también va desarrollando con el tiempo.